domingo 9 de agosto de 2009
JIMMY WONG (centro) en el Campeonato Mundial de Karate en Atenas en el pasado mes de julio, donde conquistó la medalla de oro en la especialidad de kata.
La medalla de oro que conquistó Jimmy Wong en el X Campeonato Mundial de Karate Shotokan, en Atenas, el 28 de julio pasado, lo llena de orgullo. Más que eso, es un aliento de vida luego de combatir y luchar contra un cáncer en los ganglios. "Lloré cuando recibí la medalla en el podium'', comentó ayer Wong, quien representó a Estados Unidos. "Lo digo de corazón. Mi mentalidad y esfuerzo para continuar siempre estuvieron presentes. No es fácil. Una cosa es decirlo, y otra es hacerlo''.
El mundial, organizado por la SKIF, la institución de más prestigio en el karate, se realizó en la capital griega con la asistencia de 80 países y 4,000 karatecas.
"Este es el título más grande de mi vida'', comentó Wong. "Superé todos los obstáculos''.
El equipo estadounidense estuvo integrado por 35 deportistas.
Wong, en la modalidad de kata, logró clasificarse al conjunto de las barras y las estrellas en el zonal que se realizó en septiembre pasado en Miami. En esa oportunidad logró también el primer puesto.
No tuvo tiempo para celebrarlo, pues tras clasificar le reapareció un cáncer que le obligó a cambiar sus planes y a someterse a un riguroso tratamiento.
"Estuve seis meses en quimioterapia'', dijo Wong. "En mayo terminé el tratamiento, en junio y julio me preparé para el mundial. Es la segunda vez que tengo cáncer, soy un combatiente de la vida''.
En abril pasado, en plena terapia, Wong viajó a Las Vegas a participar en un torneo y también se adjudicó el primer puesto.
El de Atenas fue el tercer mundial de Wong, quien quedó segundo en Tokio 2006 y primero en Okinawa 2007.
Al torneo de Grecia también asistieron sus alumnos Libio Sanardo, Adrián Delgado, Alejandro Gavira, Julio César Gómez Silva, Anne Mary Moryon y Christopher Macedo.
Nacido en Lima en 1962 y radicado en Estados Unidos desde 1987, cuando viajó a este país para competir en un Panamericano en Nueva Orleans, Wong siente pasión por las artes marciales.
Se dedica a la enseñanza del karate, a un promedio de 12 horas diarias, más tres horas de entrenamiento cuando se acercan los torneos.
Wong es nieto de un inmigrante cantonés (China) y fue su padre quien le inculcó el amor por las artes marciales.
Fuente: http://www.elnuevoherald.com/deportes/story/515336.html
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